No no conozco personalmente a una vieja oyente del programa con la que de vez en cuando cruzo mensajes y reflexiones. Aunque no la conozco en persona cuando hablo con ella es como si hablara con alguien que conozco desde hace mucho tiempo. Este tipo encuentros suelen pasar cuando uno se abre a ello, cuando nos permitimos vivir y sentir este tipo de «conexión».

En nuestras primeras hablamos del cambio y de llamada, de la voz del alma que no habla cuando nos quedamos en silencio. Cuando nos vamos a dormir y conectamos con otros planos.
Hace unos días Carolina me decía desde el apartado Contacto de mi sitio web las siguientes palabras…
Gente sana
«… finalmente me decidí a alquilar un piso en el Puerto de Santa María, llevo casi un mes y estoy muy contenta ya que estoy a dos pasos del trabajo, justo en el centro y muy cerquita de la playa.
Al principio me costó un poco adaptarme ya que no conozco aquí más que a los compañeros de trabajo y soy de la opinión de no mezclar trabajo y amistad, y mi intuición me lo corrobora. Así que estoy intentando conocer gente sana de la misma vibración, a ver cómo lo hago porque el trabajo me ocupa mañanas y muchas tardes.
Este sin duda era un gran reto y estoy muy orgullosa de haber superado mis miedos. Ahora voy a por el nuevo, conocer y hacer nuevas amistades pues llevo más de tres años prácticamente saliendo sola a hacer las cosas que me gustan aunque de vez en cuando quedo con mis amigos más allegados que se cuentan con los dedos de una mano, y me sobran dedos…
Un abrazo de luz muy grande y gracias por estar siempre ahí.»
Antes quiero darte las gracias por dejar que responda tu último mensaje en un programa.
No te imaginas la alegría que sentí leyendo tus palabras. Saber que estás haciendo cosas por y para ti, creciendo, creyendo en todas tus posibilidades que sin ninguna duda son muchas. Celebro que hayas decido cambiar de residencia y de trabajo. ¿Recuerdas que alguna vez hablamos de salir de la jaula? Pues… ahora estás volando, libremente. No lo dudes, eres un ejemplo porque con tu cambio nos regalas inspiración y no influyes ese poder que algunas veces todos necesitamos.
Nuevas amistades
Te voy a responder compartiendo parte de mi historia. Como sabes hace mucho tiempo decidí cambiar de casa, de país y de continente. De un día para el otro todos mis amigos pasaron a estar a más de 10.000 kilómetros de distancia.
Recuerdo perfectamente los pensamientos que tenía mientras volaba en avión hacia mi nuevo hogar:
«Hoy me permito conocer gente nueva. Abro mi mente para incorporar las ideas de otras personas, aceptando que guardaré algunas de ellas y que otras se irán con el viento. Abro mis ojos y mis oídos para adoptar nuevas formas y costumbres. Hoy abro mis brazos y mi corazón con alegría, seguridad y amor. Gracias, gracias, gracias.»
Escribí en mi diario estas mismas palabras, las iba diciendo en silencio. Durante las semanas y meses siguientes las leía por las noches antes de dormir. Pensaba que de esa manera me preparaba para encontrar nueva amistades.
Saludaba, daba los buenos días, hablaba y preguntaba a la gente del lugar. Con algunas personas «conectaba» rápidamente, con otras en cambio no ocurría nada. Siempre entendí que no podía cerrarme, si lo hacía corría el riesgo de no conocer a nadie. Yo sabía que si quería sentirme uno más debía convivir con ellos. Por eso desde el comienzo acepté que encontraría personas con las que no iba a congeniar, personas con una vibración distinta. Pero también sentía que abriendo mi corazón llegaría por fin a encontrar seres con las mismas inquietudes y filosofías.
En manos del Universo
Solté y me dejé llevar, no desesperé, me puse en manos del Universo y disfruté mis primeras semanas solo en ese lugar que era desconocido.
Pero finalmente ocurrió, de pronto me encontré desayunando todas las mañanas en el mismo lugar y comencé a hablar con algunas personas. Con el tiempo algunas de ellas pasaron a ser contactos en mi agenda. Algunas se fueron y de otras me alejé.
Hoy más de 20 años después algunas personas siguen en mi agenda, conmigo, de muchas maneras y a todos los niveles.
Espero que esta parte de mi historia te inspire y te haga recordar que -si quieres- también puedes hacerlo.
Muchas gracias.
Música «Fly Inverted Past a Jenny», de Chris Zabriskie
Con licencia Creative Commons: Atribución 4.0
Me han gustado muchos sus historias; yo llevo bastante tiempo alejándome de personas con las que no congenio en ningún modo pero también evitando conocer nueva por una idea que me he creado de no confiar en las personas. Abrirme para conectar mis vibraciones con otras mismas sin intentar juzgar o descifrar a la persona me parece estupendo, empezaré a ponerlo en práctica ya mismo. Gracias por todo lo compartido siempre.
Muchas gracias Nan por compartir con todos nosotros parte de tu realidad. Te invito a volver a dejar otros comentarios cuando lo creas conveniente. Tus palabras y experiencias siempre serán bienvenidas. Saludos.
Está buena esta historia, amigos hay pocos. saludos.
Buenas noches. Qué hermosas experiencias compartidas. Me quedo con tu frase, la que escribiste en el diario hace muchos años. También un día dejé mi casa, mi lugar, mis amigos, para buscar nuevos horizontes porque sentía que había muchas cosas buenas esperando por mí. En mi caso, lo hice dentro de mi país, a 1000 km, pensando que seguiría estando en casa. Fíjate que no, que fue distinto, me llevó tiempo adaptarme a esta gran ciudad donde impera el anonimato. Cuando sentía que mis fuerzas flaqueaban, se cruzaba alguien que me dedicaba una sonrisa o intercambiaba unas palabras con algún ser especial, que seguramente veía la tristeza en mi mirada. De eso hace ya mucho tiempo y ese primer paso hizo que me sintiera capaz de viajar siempre, que no me intimidara el idioma, la distancia ni el clima. Empecé por países de habla hispana por cierto, haciendo cursos y turismo, un poco de ambos. Me sentía muy bien cuando a la tarde, en los ratos libres, me sentaba a tomar un helado y algún turista me preguntaba por una calle o por un lugar. Aprovecho cada viaje para observar, escuchar y te vas dando cuenta cuando aparece alguien con la misma vibración. Me felicito porque perdí muchos miedos y fui creciendo interiormente. Nadie vuelve igual de un viaje leí alguna vez y es cierto. Como de costumbre, me excedí. Esta comunicación reemplaza mi “cuadernito de sanación”. Gracias por el espacio. Mucha Luz.