Estaba escribiendo el guión del programa que ibas a escuchar hoy, sólo los primeros apuntes que uso para después ponerme delante del micro y hablarte con las palabras que van llegando desde el corazón. Los escribía en los folios amarillos que uso desde siempre. Aunque estoy rodeado de ordenadores y otros dispositivos electrónicos me gusta conectar, si puedo, un poco más, con las palabras que luego escucharás.

En mi escritorio sonaba una canción, un tema de esos que me hacen salir del cuerpo para viajar por el espacio y el tiempo. Apuntaba reflexiones y pensamientos que quería compartir contigo en este momento tan especial del año.
Llevaba unos días trabajando con mi interior para centrar mis pensamientos en la luz y poner menos foco en el miedo y la incertidumbre. Ya sabes que hace un par de meses decidí hacer -desde mi punto de vista- el segundo cambio más grande de mi vida. Quería comentarte lo del miedo porque de vez en cuando algún oyente me habla o hace preguntas como si tuviera superpoderes. La verdad es que somos iguales, la diferencia si falta aclararla es que yo algunas veces me meto en el estudio para hablarte.
Seguía inmerso en mis apuntes y cuando menos lo esperaba todo cambió, había recibido la vista de un ángel.
Lo conocía, mejor dicho, la conocía. Lo comento porque definitivamente este ángel era una mujer. En el pasado sólo cruzamos un par de saludos de cortesía. Nunca compartimos una conversación, podría decir que no nos conocíamos. Piensa en una persona con la que te cruzas por la calle todas las mañanas cuando te diriges a tu lugar de trabajo, tenéis un cruce de miradas, quizás algún saludo y nada más. Pues esa era la «relación» que tenía con ella.
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La conversación con el ángel
Absorto en mis folios amarillos seguía yo escribiendo…
«Este es un buen ejercicio para este momento en mi vida.», me dijo sin saludarme.
«Me alegra saber que mi granito de arena te acompañará…», le respondí.
El ángel siguió diciendo: «Se acerca el momento de emplearme en lo que vine a hacer y tengo que estar limpia. Muchas gracias por todo. Por tu constancia, por tu perseverancia y por el amor incondicional al prójimo. Vienes a enseñar, eres un gran maestro. Tu labor está siendo muy productiva para la luz…», sus palabras me hicieron desconectar completamente de mis escritos.
Presté atención a lo último que dijo, reí en silencio cuando leí la palabra «maestro», siempre he dicho que sólo es para mí una etiqueta. Pero cierto es que hay gente que se dirige a de ese modo.
Y aquí viene el momento en que figurativamente mi cabeza explota.
Me dice: «No sé por qué… pero creo que en este momento tenías que saber esto», imagínate mi cara. Te dije que llevaba unos días en la profundidad. Trabajando cada segundo para no caer y diciéndome en todo momento que voy por el mejor camino.
¿Qué ha pasado para que alguien con quien nunca he hablado me diga estas cosas? Debo decir que realmente estoy acostumbrado, aprendí hace mucho que estos «encuentros» ocurren, sólo tenemos que estar alertas y abrir el corazón. Cerré los ojos, llevé mis manos a mi chakra cardíaco y agradecí en silencio. Estaba pasando otra vez, estaba viviendo la visita de un ángel.
A esta altura ya no veía ni el entorno ni mis folios amarillos, cuando te encuentras con un ser de luz el tiempo se para.
Ella, el ángel, continuó hablando sobre su misión: «Supongo que he elegido que sea a partir de ahora. Hoy ha sido un antes y un después…. estoy trabajando la confianza en mí y en mi don. Los detalles de mi misión todavía los tengo que descubrir, me queda un camino largo y lleno de pruebas».
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Le dije que todos estamos en el mismo proceso de aprendizaje. Que en ningún momento dejamos de aprender y de crecer. Cada uno a su ritmo y manera. Lo bonito y «sano» es tener los ojos abiertos, darnos cuenta que lo estamos haciendo. Le aclaré que eso no lo hace cualquiera… y que ella lo estaba haciendo. Le dejé claro que si alguna quiere compartir conmigo los detalles de su misión con gusto y atención la escucharé.
Aseguró sentirse asustada por la responsabilidad tan grande que conlleva ayudar a la humanidad. Cuando lo dijo me cautivó todavía más. Le dije que no todos hoy hablan de responsabilidad. Le expresé mi alegría al saber que tenía delante a un ser que siente de la misma forma que yo.
Me dijo que desciende de la Atlántida, que es una servidora de la luz igual que yo. Que estamos aquí para ayudar. Yo le dije que de alguna manera sabía que mi palabra acompaña a ciertas personas. Me dijo que cada uno ayuda a su manera.
Siguió hablando de su misión: «… tengo confianza en los guías que están conmigo«.
Le dije que la imaginaba delante de un camino que sabe y siente que está allí y que aún no sabe lo que le deparará.
Me respondió: «Supongo que me han de ir indicando el camino poco a poco… Está siendo duro. He elegido venir a aprender muchas cosas a la vez. Pero lo he elegido… El alma es sabia».
«Entiendo tu dolor, pero creo que si llegaste a este punto estás más que preparada para comenzar ese camino», le dije.
Sin buscarlo nuestra charla hizo un giro, me dijo sin venir a cuento: «El caso es que el Arcángel Gabriel te guía a ti también. La palabra es uno de tus dones». Le dije que lo sentía muy cerca y ella lo aseguró de la misma forma.
Le dije: «Desde luego eres especial». Y me respondió: «Si hablo contigo es porque tú también eres especial y necesitas saberlo. Yo soy un canal igual que tú, sólo debemos saber escucharnos y confiar en nosotros y en nuestros dones».
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Por momentos pude escuchar su voz. Me habló del miedo, de la duda y de la ansiedad. Me dijo que para ella el final del año está siendo duro y que sólo es el principio. Me habló de cómo ha decidido soltar y liberarse de cargas y tareas que no son suyas. Me habló de la impotencia que siente cuando alguien a quien ama se hunde. Me dijo que entendió y aceptó que sólo puede ayudar cuando se le pide ayuda y que decidió dejar de luchar contra las paredes. Me contó que es un alma vieja y me dijo: «Igual que tú, también eres alma vieja».
Seguimos hablando y fueron apareciendo más «coincidencias» entre los dos. Yo le dije que ambos somos buscadores.
Sobre una cinta de Moebius, quizás la conoces como el número 8, buscamos los números 4, 6, 9 y 11 por Italia, Argentina, Galicia (España) y algún otro país de Europa. Viendo mi interés por la numerología me recomendó leer un libro sobre números y ángeles. Curiosamente yo tenía ese libro en mi biblioteca y nunca lo había leído.
Le agradecí profundamente el encuentro y las palabras que me puso en los oídos. No sabía ese día iba a terminar de ese modo. Le dije que podía volver en cualquier momento, que sólo tenía que hacerlo si así lo deseaba.
Me quedé en silencio con mis pensamientos… por su boca habían salido palabras que podían ser las mías y ni hablar de las similitudes que encontramos en los dos.
Como al principio, cerré los ojos y llevé las manos a mi corazón. Y como siempre terminé diciendo: «Gracias, gracias, gracias».
¿Te ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Te habló un ángel al oído cuando por alguna razón necesitabas escuchar aquello que te iba decir?
Si deseas responder estas preguntas o compartir tus experiencias con los seres de luz por favor deja tus comentarios en las notas del programa.
Muchas gracias.
Música «Cylinder Seven», de Chris Zabriskie
Con licencia Creative Commons: Atribución 4.0
Personas que han visto ángeles
Sofia: «Gracias por tu testimonio, yo hace unos días vi a un ángel de luz con la figura de un señor que me miraba mientras yo buscaba unas cosas en un mueble. Al levantarme y dar la vuelta lo vi observándome. Toda su figura brillaba. Me asusté y cerré los ojos y al abrirlos ya no estaba. No entiendo todavía qué fue ni por qué lo vi. Me dejó pensando mucho y sentí su presencia varias veces, yo no soy muy creyente, no entiendo por qué se me aparece a mí y me da un poco de miedo, aunque siento que no me quiere hacer mal.»
No tengo palabras para decirte lo especial que ha sido leer tu encuentro. Estuve llorando. Fueron lágrimas de emoción. Gracias Maestro por compartir tu hermoso encuentro. Qué bendición haberte leído. Gracias por todo lo que realizas en ayudar a tantas personas a encontrarse y confiar en ellos mismos con la guía de los seres de Luz.
Muchas gracias a ti Vanessa, ya sabes que no soy «maestro» de nada, sólo estoy aprendiendo como todos, como lo decíamos el ángel y yo en nuestra charla. Un gran saludo para ti querida amiga.
Excelente como siempre sus mensajes amigo, Dios te bendiga en tus labores cotidianas, un gran abrazó a la distancia desde Costa Rica.
Amigo Erick, Muchas gracias por dejar siempre tus comentarios, un gran abrazo para ti y para los Ticos, ¡Pura Vida!
Wowww que belleza de encuentro, y hermosísimo el mensaje, honro tu labor querido Juan, gracias, gracias, gracias.
Muchas gracias Mon!
Gracias Juan, que maravilla… somos afortunados cuando conectamos tan profunda e íntimamente desde esa energía de amor incondicional que es el alma y se comparte inquietudes y emociones, reflexiones y experiencias con otro ser. Creo que cómo muchos me identifico plenamente, y prácticamente en todo!! y me lleva a pensar desde el corazón, que siendo» todos uno», pero viviendo aquí, en este planeta, y encarnados, nuestra verdadera misión es volver a reunirnos, pero no sé puede si no nos ayudamos y apoyamos desde un amor sincero, el único que cuenta, el amor de la divinidad o de Dios. Me viene a la cabeza el típico experimento del gran imán que atrae miles de pequeñas virutitas de imán, pero que para ser atraídos tienen que estar dentro del mismo campo mágnetico. Nuestros pensamientos, emociones, y acciones nos acerca o aleja del campo Omnipresente de Dios, y ese es el camino, cambiar, sanar y ser cada vez más puros de corazón y en el trayecto, ayudar a los demás, con el mismo fin, pués no hay diferencias ni distinción alguna con ningun otro ser, por eso ayudar es imprescindible para todos, pero siempre desde el ejemplo, (en lo que se pueda) , desde el silencio y la bondad, modificando en uno mismo, esos pasos o conductas o patrones adquiridos que no nos llevan a buen puerto. Ahí es cuando sentimos que ciertas personas con esa madurez y capacidad de resolución, las sentimos cómo maestros o cómo ángeles, puesto que nos marcan la diferencia y a través de ellos se nos ofrece la oportunidad de aprender y dar los pasos en la dirección correcta. Gracias por compartir, gracias a todos esos seres encarnados y desencarnados, que están ahí para guiarnos, cada día, y en cada momento y gracias a mi alma que de alguna manera me indica que estoy en el camino correcto cuando leo reflexiones así y se me llenan los ojos de lágrimas y el corazón de amor. Bendiciones.
Vaya, que momento tan bello! Nunca me ha ocurrido algo parecido y no llego ni siquiera a imaginarme como se debe sentir algo así… espero algún dia lo pueda recibir también. Que bonito que lo recibas pero más bonito aún es que lo compartas… Un abrazo desde muy lejos!
La verdad es que nunca hablé con un ángel, ni con ningún ser de luz… quizás lo he hecho pero no he sido consiente de eso.
Este año ha sido de esos años de muchos aprendizajes y se que cuando pedí ayuda, esta apareció, mi cabeza encontraba soluciones más simples que los que mi cabeza siempre encontraba.
Capaz esa no fui yo… hermoso tu encuentro y muy inspirador, este año me ha pasado que obtuve respuestas a acontecimientos que creí que eran imposibles de solucionar… solo espero conseguir trabajo para poder encontrar armonía a nivel personal, porque en el resto de mis ámbitos me siento muy afortunada.
Gracias por compartir tus meditaciones
Que decirte, este programa me ha llegado al alma… supongo que se trata de eso, de llegar al alma de las personas para enriquecer, enriquecerlas y no para ensuciar o estropearlas más… somos canales de comunicación, sólo decimos o expresamos lo que debería ser productivo para la evolución del ser humano en su total amor y armonía… semillas que van sembrando amor es lo que hace más falta, siempre estamos juzgando los actos de los demás, cuando lo que hace falta es más comprensión y aceptación del otro, más amor en su totalidad, a veces cuando ayudamos a la gente siempre hay un momento en el que se duda de si se está haciendo lo correcto o podríamos hacer más, sin embargo hay momentos en los que la vida de repente, de quien menos te lo esperas te da mensajes, y te sigue dando aliento, gracias por tus palabras maestro, ni más ni menos que nadie somos, pero maestros todos al fin y al cabo.. gracias, gracias, gracias.
Ante todo Carla gracias por dejar en Reiki Yo Soy este tu segundo comentario. Además de expresar con palabras el objetivo que siempre deseo alcanza con cada artículo o programa compartes tu sabiduría tu luz a través de tus reflexiones. Sólo puedo decirte infinitas gracias y que sepas que siempre tienes las puertas abiertas… un gran abrazo de alma a alma.
Querido Juan, ser de luz maravilloso. Quedé maravillada con tu testimonio, sé que es real, que si sucede y que cuando estamos dispuestos a crecer y evolucionar, cosas asombrosas suceden.
A mi una noche se me presentó el maestro Jesús, yo estaba agobiada por dolores en mis huesos, el se sentó al lado mio, tomó mi cabeza y sentía en mi corazón cuando me decía que todo iba a estar bien, que el estaba conmigo.
Fue una experiencia maravillosa, esa noche pude dormir sin dolores.
Gracias por compartirnos este hermoso mensaje, nos ayudas a crecer y a creer. Bendiciones.
Maravillosa experiencia y hermoso mensaje gracias por compartirlo . En momentos difíciles de aprendizaje generalmente aparecen para acompañarte y darte confianza en tu camino.
Qué hermoso encuentro, muchas gracias por compartirlo. Eres una Bendición, no me canso de darte las gracias por toda tu Gran Labor, y haber tenido la gran suerte de conocerte a través de las nuevas tecnologías.
Me gustaría saber más del 8 porque he tenido muchas apariciones de este número.
Una noche, recién viuda, soñé con un viejo actor argentino, entonces aún vivo, que, con una túnica blanca me decía:»Si vendiste este libro vas a vender esta obra en 210 días»Al despertarme conté los días a partir de la fecha y descubrí, con total asombro que el día 210 de mi cuenta sería el cumpleaños de mi esposo muerto. Algo que en el consciente no sabía. Al tiempo soñé con el cumpleaños de él en el cielo. Recordando el sueño anterior conté los días que faltaban en la realidad. Increíblemente a los 81 días se cumpliría un año de su muerte y 81 días después sería su cumpleaños. Además la suma da 9, su número del alma (que signa a las almas viejas próximas a desencarnar para siempre) y es además mi segundo número del alma. Él era 9-2 y yo 2-9. Las iniciales de ese viejo actor son G-A (Gogó Andreu) En ese momento pensé mucho en por qué él me había dado ese mensaje. Y se me ocurrió que son las iniciales del anunciador celeste, Gabriel, Ángel. Con el tiempo fui escribiendo una novela con todas estas cosas más hechos que nos habían sucedido en vida de él. Lo hacía enteramente en manuscritos, no tenía computadora. Justo el día en que me regalaron una máquina de escribir y empecé a pasar los capítulos, por la noche, en un noticiero de tv. informaron la muerte de aquel actor. Me quedé escuchando los detalles y sobre el final enmudecí: Él, que me había hablado de un libro, moría justo cuando yo empezaba a darle formato definitivo al mío. Y lo más extraño: moría a los 92 años. Después de eso, hace sólo unos meses, mientras dormía durante la noche, soñé que la habitación se iluminaba enteramente con una poderosa luz blanca que emanaba del cuerpo del Ángel Gabriel (supe en el acto que era él, sin que pronunciara ninguna palabra). Estaba con una túnica nívea y permaneció en silencio ubicado de algún modo inexplicable sobre la almohada, iluminando todo entre mi actual marido y yo. Por esas dos experiencias, y ahora con la noticia que me das, y que a su vez te dio tu ángel, sobre que Gabriel concede el don de la palabra, confirmo que es un Guía presente en mi vida, soy escritora.
¡La suma de la fecha da 9!
Qué felicidad siento en que te cruzastes en mi vida, y que con tu palabra estés tan cerca mío como de otras personas. Sos un ser de luz que con tus reflexiones y meditaciones transformo mi vida. Desde ya gracias y gracias por estar! Yo tuve la presencia de un ángel que me habló… a mi corazón en dos oportunidades en mi vida!
Vivinam mucha ilusión siento cuando leo tus palabras. Muchas gracias por compartirlas públicamente. ¡Gracias amiga! Por cierto, si deseas compartir tu experiencia con la visita de tu ángel escríbeme desde el apartado Contacto y grabo tu historia en uno de mis programas.