En el programa de hoy titulado Silencio mental vamos a escuchar un ejercicio para calmar los pensamientos.
Es un ejercicio muy personal. Lo utilizo para calmar mi mente, para volver al silencio durante los momentos de ruido mental. Situaciones de estrés en las que muchas veces aterrizamos sin darnos cuenta.

Trabajamos a diario con nosotros mismos, meditamos, respiramos y nos centramos en el aquí y ahora. Pero de vez en cuando bajamos un poco la guardia y con un pequeño empujón de la rutina, y las variables externas, de pronto nos encontramos en mitad del ruido. Perdemos el foco y la tranquilidad. Es en esos momentos de caos cuando aplico una técnica que iba a decir aprendí, pero en realidad recordé, una tarde hace muchos años caminando con un amigo por un parque de la ciudad de Buenos Aires.
Te puede interesar la Meditación para cambiar tus pensamientos.
Kaivalya practicaba el Bhakti, la devoción al dios Krishna. En su juventud había sido un monje muy reconocido y respetado en su comunidad, en su movimiento. Pero después de unos años de liderarlo, decidió tomar distancia. Explicó que quería volver a conectar con Dios para dejar toda la tarea terrenal que conlleva se un líder de una comunidad. En otras palabras Kaivalya se cansó de toda la política con la que tienes que lidiar cuando llegas a cierto nivel dentro de una organización. Pero no voy a continuar contando esta historia, que es muy interesante por cierto. Porque mi relación con él comienza conmigo siendo un niño de pocos años. Cuando aún no lo conocía en persona. Si quieres que te cuente esta «casualidad» deja un comentario o escríbeme desde el apartado Contacto.
Calmar los pensamientos
Te estaba diciendo que la técnica para calmar los pensamientos que hoy te voy a explicar, la recordé una tarde paseando con mi amigo Kaivalya. Estábamos caminando, trasladándonos de un lugar a otro. Mientras caminábamos presté atención a un hombre sentado en un banco. El hombre estaba completamente concentrado escribiendo en una libreta. Toda su atención la volcaba en su escritura. Tuve la oportunidad de mirarlo durante varios segundos. No podía entender el idioma ni el significado de lo que escribía. Lo que recuerdo perfectamente es que todas las hojas de su libreta estaban completamente escritas. Literalmente, no había ningún espacio en blanco. Sus páginas mostraban un solo párrafo de información, sin ningún espacio, sin ningún punto y aparte.
Lo miré a Kaivalya y siendo un completo ignorante le dije: ¡Este tipo es de otro planeta! Kaivalya en silencio sonrió y me miró. Y después dijo: ¡No, no no, para nada! Sólo está mantralizando.
No le entendí. Continuamos nuestro paseo y cambiamos de tema. Lo cierto es que yo en ese momento no prestaba mucha atención a este tipo de cosas. Y ahora entiendo que Kaivalya sólo me acompañaba. Me daba ciertas pistas y datos esperando que sea yo quien preguntara.
Unas horas después ya me había olvidado de ese hombre escribiendo con tanta atención.
Te pueden interesar las herramientas para cambiar el patrón de pensamientos.
Mantras y relajación
Después de mucho tiempo, varios años en realidad, recordé al hombre del parque y mi paseo con Kaivalya. Cuando me vi en mi escritorio dibujando unas formas sin ningún significado. Completamente alejado de la realidad. En ese momento una voz interior me dijo: ¡Estás mantralizando! Y lo estaba haciendo. No escribía nada, sólo dibujaba formas sin parar. Una al lado de la otra. Sin dejar espacios en blanco en las hojas lisas o cuadriculadas que utilizaba cada vez que lo hacía. En ese momento no podía hablar con Kaivalya. No podía hacerlo físicamente porque unos años antes él había cambiado de plano, siguiendo su camino, cambiando de realidad. Pero como todavía lo hago hoy, cerré los ojos y dije: ¡Aquí estoy viejo amigo, mantralizando!
Lo más curioso es que de niño en el colegio o en mi casa hacía lo mismo. Por eso dije hoy, al comenzar el programa, que en su momento no aprendí este ejercicio, sino que lo recordé. Me ponía a dibujar las formas de siempre. Siempre distintas. Algunas veces escribía pero casi siempre me centraba en las formas. Allí, con ellas, podía encontrar el silencio que estaba necesitando.
Hay momentos y momentos. Y muchísimos ejercicios y técnicas. Pero de vez en cuando utilizo este ejercicio, cuando quiero sentir el silencio, cuando me quiero despegar de todo el ruido. De las prisas y de las tormentas a las que alguna vez recalo. Pocas veces lo hago escribiendo. Como decía principalmente dibujo formas. Lo que hago es, buscar un lugar cómodo. Me relajo durante unos segundos, me centro en mi respiración y en una hoja en blanco me dedico a dibujar estas formas.

Te puede interesar el ejercicio para soltar pensamientos negativos.
Cómo hacer el ejercicio
Si deseas hacer este ejercicio lo más importante es que sigas tu intuición. No hagas ningún esfuerzo en pensar las formas que vas a dibujar. Deja que tu mano se vaya hacia donde quiera. Si lo haces con textos puedes utilizar afirmaciones, frases cortas, mantras, lo que más resuene con tu interior. Puedes usar letras, números, lo que quieras. Mi sugerencia es que te bases en la repetición. Pero como siempre te digo, quien más se conoce eres tu misma, tu mismo. Entonces sigue lo que dicta tu interior.
Te lo dije, es un ejercicio muy simple, muy fácil de realizar. Pero no me creas, sólo pruébalo y si te sirve adelante. Ya es tuyo.
Si tienes alguna duda escríbeme y te la responderé con muchísimo gusto.
Muchas gracias.
Música: Navajo Night (Audionautix)
Con licencia Creative Commons: Atribución 3.0 No portada
Me encantó! Simple, práctico y fácil. Y resulta.
Lujan, muchas gracias por dejar tu valoración 🙂
Gracias!!!!! hoy lo estaba realizando y después no pude parar.
Muchas gracias a ti Mary!
Juan, está genial éste ejercicio!! Lo hacía sin poner atención, pero me cambiaste la forma de verlo, y en cualquier lado se puede hacer; ahora no soltaré mis cuaderno de notas y la pluma, seamos de otro planeta!!
Linda forma de venir al presente y hacer silencio, gracias, gracias, gracias!!
Muchas gracias Mon por compartir tu parecer con todos nosotros. Yo también creo que es ‘sano’ ser de otro planeta en algunos aspectos de la vida. Un gran saludo para ti.
Muchas gracias por compartirlo, eso lo hacía yo mucho en la escuela sin saber y ahora ya compré mi libro de mándalas porque me encanta cómo me tranquiliza. Gracias por la explicación, bendiciones.
Muchas gracias a ti Guadalupe, por cierto… ¿qué título tiene el libro de mandalas que compraste?
Gracias por compartir sus conocimientos. Bendiciones.
Muchas gracias Erick!
Maravilloso ejercicio, me encanta escribir, dibujar y no sabía que estaba mantralizando.
Muchísimas gracias.
Si deseo saber más de Kaivalya.